Inflación y oro: Descubre cómo proteger tu patrimonio

Aprende cómo el oro actúa como refugio en tiempos de inflación, su relación con los precios y estrategias para invertir en este metal precioso.
Aprende cómo el oro actúa como refugio en tiempos de inflación, su relación con los precios y estrategias para invertir en este metal precioso.
puntos clave
Lo hemos escuchado una y otra vez: la inflación es el ladrón silencioso del poder adquisitivo. En un contexto económico en el que el espectro de la inflación amenaza los ahorros y el valor real de los ingresos, surge una pregunta vital para cualquier inversor: ¿cómo proteger nuestra riqueza en tiempos de inflación creciente? Aquí es donde la relación entre inflación y oro cobra relevancia. En este artículo, nos proponemos desentrañar por qué y cómo el oro ha servido históricamente como una barrera fortificada contra la pérdida de valor del dinero.
La inflación es el proceso económico que da lugar al aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios. Este fenómeno, cuando se produce de forma continuada, provoca una erosión del poder adquisitivo de la moneda: es decir, una misma cantidad de dinero permite adquirir cada vez menos bienes. Como resultado, la inflación resulta ser un enemigo temible para los inversionistas, ya que disminuye el valor real de sus ahorros y dificulta su planeación financiera a largo plazo.
Los episodios inflacionarios como los sufridos en los años 70 en los Estados Unidos han mostrado la forma en que la inflación puede azotar las inversiones tradicionales, impulsando a los inversionistas a buscar refugio en activos alternativos, como el oro (Source: Focus Economics).
A lo largo de la historia, el oro ha demostrado ser un combatiente eficaz contra el fantasma inflacionario. Y aunque su reacción no siempre es inmediata y homogénea, la tendencia general muestra que, en periodos de inflación alta, el oro conserva e incluso aumenta su valor real.
El mecanismo detrás de esta relación entre inflación y precio del oro se centra en la demanda. Cuando la inflación sube y las monedas fiduciarias pierden poder adquisitivo, los inversionistas se refugian en el oro, lo que a menudo impulsa su precio al alza. Sin embargo, una serie de factores complementarios se suman a este fenómeno, como son la oferta y demanda global del oro, el estado global de las crisis económicas y la confianza en las monedas fiduciarias.
Un ejemplo ilustrativo de esto lo encontramos en la década de 1970. Durante el periodo de estanflación (inflación alta combinada con bajo crecimiento económico) que sufría Estados Unidos, el oro experimentó un fuerte aumento en su precio, consolidando así su reputación como refugio.
Un valor refugio es aquel activo que mantiene, o incluso incrementa, su valor durante periodos de incertidumbre económica o crisis. El oro encaja perfectamente en esta definición, pero... ¿por qué es considerado un valor refugio?
Primero, tenemos que hablar de la escasez del oro. El oro es un recurso limitado que existe en cantidades finitas en la Tierra, lo cual le da un valor intrínseco y resistencia a la devaluación. A su vez, el oro tiene aceptación global: se le reconoce y se le acepta a nivel mundial como medio de intercambio y reserva de valor. Por último, a diferencia de las monedas fiat, el oro no está sujeto a políticas monetarias ni puede ser inflacionado a voluntad.
No obstante, no es el único valor refugio que existe. Otros metales preciosos, como la plata, también pueden actuar como escudo contra la inflación. Sin embargo, el oro sigue siendo el rey, principalmente por su mayor liquidez y menor volatilidad.
Existen diversas maneras de invertir en oro para protegernos contra la inflación. Algunas opciones son la compra de oro físico, la inversión en ETFs de oro y las acciones mineras.
El oro físico se presenta en forma de barras y monedas. Aunque tener oro físico permite poseer un activo tangible y percibir un cierto nivel de seguridad, es importante considerar los desafíos asociados con su almacenamiento y resguardo.
Por otro lado, los ETFs de oro son fondos cotizados que replican el precio del oro sin necesidad de su almacenamiento, ofreciendo mayor liquidez y fácil acceso al inversor.
En cambio, invertir en acciones mineras implica una inversión indirecta en oro a través de empresas que se dedican a su extracción. Aunque esta opción puede tener un mayor riesgo, también puede ofrecer una mayor rentabilidad en función del rendimiento de la empresa minera.
Es importante recalcar que la decisión de invertir en oro frente a otros activos en tiempos de inflación alta depende de cada inversor. Sin embargo, la diversificación del portafolio sigue siendo un elemento crucial en cualquier estrategia de inversión.
Acabamos de ver con detenimiento cómo el oro es capaz de proporcionar un blindaje protector contra el impacto de la inflación en nuestro poder adquisitivo, y cómo podemos aprovechar esta característica para asentar nuestras inversiones. Ahora es el momento de analizar a fondo cómo cambia exactamente la rentabilidad del oro cuando sube la inflación.
Por regla general, cuando la inflación se encuentra en valores elevados y las tasas de interés son bajas o incluso negativas, el oro tiende a ofrecer mejores rendimientos (Fuente: Focus Economics)(. Hay que considerar que el oro como inversión segura y metálica no genera intereses por sí misma, así que cuando las tasas de interés en la economía son bajas, los inversores pueden sentirse más tentados a adquirir oro en lugar de bonos u otros activos financieros que generan rendimientos más bajos.
Históricamente, en momentos en los que la incertidumbre económica es elevada y las tasas reales son bajas, la demanda de oro se dispara. Un ejemplo claro lo encontramos en 2023 when el precio del oro alcanzó máximos históricos de casi $2100 la onza (Fuente: Cohen)(.
No se debe olvidar que aunque el oro es un refugio potente contra la inflación, otros metales preciosos también pueden ser eficaces como parte de una estrategia diversificada. Precisamente, la relación entre inflación alta y metales preciosos es un área que vale la pena explorar a fondo.
Habiendo desgranado ya la forma en que la inflación impacta en las inversiones en oro, es momento de presentar una serie de consejos y mejores prácticas para aquellos que estén contemplando el oro como una estrategia para proteger su patrimonio frente a la inflación.
Por último, es importante reiterar que el oro se debe entender como parte de una estrategia integral de protección de patrimonio, y no como una única solución ante la inflación.
El papel del oro como valor refugio en contextos de inflación alta se mantiene vigente. Su resistencia a la erosión del valor adquisitivo y su capacidad para conservar e incluso aumentar su valor real en momentos de incertidumbre económica lo convierten en una de las estrategias de inversión más confiables en épocas inflacionarias.
Además, el oro ofrece una serie de beneficios adicionales, como la diversificación, la aceptación global y el hecho de que no está sujeto a políticas monetarias, factores que lo hacen especialmente atractivo para los inversionistas. Sin embargo, antes de embarcarse en la inversión en oro, es esencial considerar los factores de liquidez, los costes de almacenamiento, las comisiones y los riesgos asociados a cada tipo de inversión.
Finalmente, aunque este metal precioso puede jugar un papel crucial en la protección contra la inflación, es importante recordar que debe formar parte de una estrategia de inversión más amplia y diversificada.
Te invitamos a seguir aprendiendo sobre estrategias de inversión en oro y otros activos en Invesoro y a informarte de manera continua para tomar decisiones informadas y efectivas.
El oro tiene una serie de características que lo convierten en un escudo eficaz contra la inflación. En particular, el hecho de que sea un recurso limitado con demanda global constante y que no esté sujeto a políticas monetarias significa que su valor es resistente a la devaluación causada por la inflación.
Cuando la inflación es alta y el poder de compra de las monedas fiduciarias disminuye, los inversionistas tienden a buscar refugio en activos seguros como el oro. A medida que aumenta la demanda de oro, su precio también tiende a aumentar.
Hay varias formas de invertir en oro, como la compra de oro físico, la inversión en ETFs que rastrean el precio del oro o la compra de acciones de empresas mineras. Cada una de estas modalidades tiene sus propios costes, beneficios y riesgos asociados, y su elección dependerá de las preferencias y necesidades individuales de cada inversor.
Además del oro, otros metales preciosos como la plata, el platino y el paladio también pueden actuar como valores refugio durante periodos inflacionarios.
Diversificar debe implicar tener una variedad de activos en su portafolio de inversiones. Esto significa no solo invertir en oro, sino también considerar acciones, bonos, bienes raíces y otros activos como parte de una estrategia de inversión equilibrada.
La cantidad de oro que se debe tener en un portafolio de inversiones depende de varios factores, como el perfil de riesgo del inversionista y su horizonte de inversión. Hay expertos que sugieren mantener entre el 5% y el 10% de su cartera en oro, pero esto puede variar dependiendo de su estrategia de inversión individual.